Ahora ha habido bastantes estudios sobre los caballos tragadores de aire. Mas ninguno ha llegado a una respuesta ni solución definitiva.
Hay varias teorías, les explicare cada una de ellas.
El tragar aire se le considera un vicio y se ha comprobado que los caballos se pueden volver adictos a tal vicio como si fuera una “droga” ya que cada vez que tragan aire reciben un golpe de endorfinas. Se cree que la principal causa de este vicio es el aburrimiento. Estar aislado de otros caballos y no tener tanto forraje para comer. Usualmente para poder seguir acarreando con este hábito requieren de alguna superficie en donde recargarse. Limitarle o quitarle superficies para recargarse solo crea más estrés, por lo tanto no es recomendable prohibírselos. Hay algunos caballos que incluso aprenden a tragar aire sin necesidad de recargarse en algo.
Al comprar un caballo, es recomendable ver los dientes delanteros para ver si tienen algún desgaste inusual. Los dientes incisivos de estos caballos suelen estar desgastados de una manera muy notoria a causa de que el caballo suele agarrarse de los rieles de madera, troncos de árboles, puertas o cualquier otra cosa que puedan encontrar para tragar aire. Incluso he visto caballos tragar aire recargándose en su propia pata delantera.
Una investigación científica sugiere que el caballo no traga o lleva el aire hacia los pulmones o el intestino. Se encontró que el aire se pasaba en la boca y la garganta.Se han realizado estudios recientes en Gran Bretaña, que tienden a apuntar que el problema esta relacionado con la digestión. Del mismo modo, algunos de los veteranos en Australia que estudian las úlceras del estómago de los caballos vincula este vicio con el problema.
Casi todos los libros que he leído suelen decir que este problema no tiene una curación definitiva. Es un problema de comportamiento que nadie ha sido capaz de curar y ciertas mitologías abundan tales como: que los caballos pueden copear tal habito. \»El hábito es generalmente causada por el aburrimiento en el entorno de los establos\»
Hasta la fecha la mayor parte de la investigación en esta nueva área se ha realizado en el Reino Unido. Los investigadores sospecharon que los caballos que tenían algunos vicios, como el de mordisquear el establo, lo hacen para tratar de aliviar los altos niveles de ácido en el estómago causado por la alimentación de alta concentración calorífica (los granos de avena, cebada y otros.) Cuando en estado natural un caballo pasa más de 16 horas alimentándose de pasto, el cual es alto en fibra, de poca concentración calorífica y estos son procesados lentamente. El caballo de establo es limitado a ingestas muy cortas y muy abundantes. Ahora está comprobado que aproximadamente un 90% de los caballos que viven estabulados la mayor parte del día tienen ulceras.
POSIBLES REMEDIOS…
La areofagia es el hábito de deglutir aire. Generalmente requiere que el animal muerda algún objeto con sus incisivos, doblando después el cuello hacia atrás formando un arco rígido cuando deglute el aire. Este vicio, que suele ser causado por el aburrimiento, es fácilmente imitable por otros caballos y es peligroso porque puede provocar trastornos gástricos y cólicos.
Existen algunos artilugios para intentar frenar el vicio, pero la verdad es que una vez el hábito está arraigado es difícil, por no decir imposible, que desaparezca. Si establecemos un escalafón de artilugios posibles, empezaríamos por el filete flauta que consiste en una barra perforada inoxidable que deja escapar el aire. Funciona, pero tiene el inconveniente de que con la comida, agua y el babeo del caballo los agujeros se tupen y hay que limpiarlo con regularidad.
Una segunda opción sería el “collar de aire” del que existen dos modelos, uno con una bisagra metálica que aprieta el cuello por detrás de los ángulos de la mandíbula, alrededor de la zona faríngea y el otro enteramente de cuero que funciona como una cabezada. El de metal puede a veces causar dolor cuando traga aire, el otro es más aconsejable. El caballo suele dejar la costumbre durante un tiempo, pero a largo plazo suele volver a la costumbre incluso con el collar puesto, incluso llega a hacerse heridas o callos donde le roza el collar. Existe también el riesgo de enganche con “la brega” del animal por zafarse del molesto artilugio.
Finalmente, el más efectivo es el bozal. Lo que ocurre es que los bozales tradicionales no dejan comer al caballo y hay que estará atento a quitárselo para que coma y rápidamente volverlo a poner. Existe un tipo de bozal con arcos de metal galvanizado que, aunque no resulta estético, si tremendamente efectivo y además permite al animal comer y beber a voluntad.
El propietario de un animal con éste vicio tiene un verdadero problema por delante. Habrá de mantenerlo lo más entretenido posible y, aún así, suerte.
Fuentes: www.mundoecuestre.com
www.blog.lupaiberica.com/